Latinoamérica: adiós y bienvenida

El miércoles 27 de octubre las calles de argentina se sombrearon de llantos y lluvias, para despedir a Néstor Kirchner... unos días después, América Latina bienviene a la primera presidenta de Brasil


Sorprendió la noticia en el sur. Primero fue un murmullo, luego silencio y después un estallido. De la sorpresa a la conmoción. El sur se tiñó de celeste cielo, de blanco nube, de celeste y blanco, la bandera y el corazón.
Miles de jóvenes en las calles ondeando sueños, entonando esperanzas, gritando, gritando, desgarrando la mañana que desperezaba llantos y aguas, como manos despidiendo el sol. Fuerza Cristina decían a voces los muchos que poco tienen, los muchos que cantan alegrías, que andan haciendo despacito el mañana. Se fue Néstor, un enjuto quijote de esta América Nuestra. Y Vallejo el poeta universal recordando que hay golpes tan fuertes en la vida...

Desde la Casa Rosada
Néstor Kirchner (Río Gallegos, Santa Cruz, 25 de febrero de 1950 – El Calafate, Santa Cruz, 27 de octubre de 2010) se convirtió el 25 de mayo de 2003, en Presidente de la República Argentina. Político y abogado, perteneciente al Partido Justicialista y al Frente para la Victoria, fue capaz de abrir el país a una más justa distribución de la riqueza, y entre otras medidas consiguió cancelar por anticipado la deuda con el Fondo Monetario Internacional, terminando así con la sujeción de las políticas económicas nacionales a las imposiciones del FMI.

También se animó a bajar el rostro del miedo de la Casa Rosada, la casa de gobierno, mandó a sacar esos cuadros que recordaban el tiempo del miedo y de la amnesia obligatoria, y fundó un gobierno de esperanzas, que las Madres de Plaza de Mayo, las madres de todos los latinoamericanos acunaron como promesa de hijos y nietos. Desde él se ha llevado adelante una activa política de promoción de los Derechos Humanos. Impulsó el enjuiciamiento de los responsables de crímenes de lesa humanidad ocurridos durante los años 70, realizados por la Triple A y por el llamado gobierno del Proceso de Reorganización Nacional. 
 
Y en un hecho histórico, le entregó su mandato a la primera Presidenta de Argentina, elegida en democracia, Cristina Fernández de Kirchner; su esposa, su compañera de vida, de caminos, de sueños.

Bienvenida
Del hondo adiós a Néstor, América Latina asistió plena de verdor y buenos augurios a la segunda vuelta de las elecciones en Brasil. El domingo 31 de octubre una mujer fue electa Presidenta en el país que huele a canela y clavitos de olor. Seguro que estaría contento el Jorge Amado del gigante vecino que también se animó a mirarse las heridas y a sanarlas a punta de caricias y sueños soñados por todos.

Dilma Rousseff del Partido de los Trabajadores fue electa con el 55,4% de los votos. Y asumirá la presidencia el próximo primero de enero. Ella, mujer incansable y quijota nuestramericana recibirá la banda presidencial de Luiz Inácio Lula da Silva, otro grande de estas tierras y estas gentes.

Esta economista de 62 años, tiene el reto de continuar el proyecto que en los últimos años fue capaz de reducir la desigualdad social. Durante el gobierno de Lula, Dilma dirigió el Programa de Aceleración del Crecimiento, así como los proyectos sociales Luz para Todos, Mi Casa, Mi Vida, y la reglamentación para la exploración y explotación de yacimientos de petróleo y gas. 
 
Dilma participó desde muy joven en la resistencia a la dictadura militar (1964-1985), y fue detenida en Sao Paulo durante tres años. Al concluir la década de 1970 luchó por la amnistía para los brasileños que habían sido perseguidos y expulsados del país.

Fue en esos años cuando ayudó a fundar el Partido Democrático Laborista (PDT) de Río Grande do Sul. Participó activamente en Diretas Já, un movimiento que promovió la mayor movilización civil de la historia contemporánea de Brasil, y que permitió el regreso de la democracia en 1985. En 2001 Rousseff ingresó al Partido de los Trabajadores.

Dilma fue ministra de Minas y Energía del gobierno de Lula, y luego designada al frente de la Casa Civil y, por ende, de la coordinación del trabajo de todos los ministerios. Ahora tiene la responsabilidad de continuar profundizando la justicia social de Brasil, pero Dilma no está sola, la acompañan todas y todos los brasileños, todas y todos los latinoamericanos.

Mucho queda por hacer en esta América de utopías necesariamente realizables, largo camino hay que andar, por eso seguimos demostrando que es posible, que juntos podemos hacer realidad los sueños. No podrán detener la voluntad de los pueblos, la vida nace una y otra vez convocada por los jóvenes que saben agitar banderas y consignas, y dar la vida cuando hay que darla.




CARTA A NÉSTOR, MI HIJO

Querido Néstor:
Quiero contarte en esta carta que me atreví a pasar el primer día sin vos, con ese vacío que me dejaste y que creía que tardaría en llenar porque cuando desaparecieron mis otros hijos el agujero fue casi eterno. Cuando vos llegaste a mi vida me volvió la alegría, me sentí más fuerte, acompañada, comprendida y respetada.

Quiero decirte que en este día, jueves 28 de octubre, cuando llegué a la Plaza, varias cuadras antes, parecía un espejismo: miles y miles de jóvenes te vivaban y también decían “¡fuerza Cristina!”.
 
Muchos me decían “empecé mi militancia con Néstor, por eso ahora tenemos que estar firmes y juntos como él nos enseñó”.
 
¿Sabés, querido? Te cuento esto porque seguro no te lo imaginás, la mayoría me decía que la apoya a Cristina para las elecciones del 2011. El corazón te jugó una mala pasada o tal vez con tu fuego se hinchó demasiado y quiso salirse del pecho, ese donde siempre se recostó Cristina.

Decirte que hoy y mañana y pasado y dentro de muchos años seguro, tu corazón, seguirá latiendo en esta maravillosa juventud que vos con tu sabiduría encendiste.
Gracias, hijo, por permitirme vivir junto a vos y tus principios, gracias por vivir con tanta pasión.
 
Estoy orgullosa de vos y de esta juventud que formaste para el proyecto nacional y popular, que es decir la liberación”.
Hebe (Madre de Plaza de Mayo)

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