Bienvenido a la vida Comandante de la esperanza


Aquí tu rostro de quijote valiente, aquí tus manos de obrero y campesino, tu voz de trueno, tu gesto de niño travieso, tus labios de padre y tu abrazo de abuelo, tus pies de guerrero... Aquí tú, aquí siempre, para siempre, ardiendo en llama viva, incendiando las palabras que buscamos para llamarte.

Comandante de la esperanza, de los sueños buenos, de los sueños todos, estás presente, porque no cabes en un adiós. Estás repartido en el viento y sembrado en la tierra, anidado en cada árbol y sujeto a cada estrella. Cómo entonces despedirte...

Cabalgas a lomo de la historia por estas calles y estos campos, por esta América Nuestra, que se funda en cada una de las canciones que supiste enarbolar como bandera en un mástil de nubes.

Y nosotros aquí, contigo. Cada quien a su manera te da la bienvenida con la certeza de que tu ejemplo se multiplicará en los días que vendrán. Cada niño llevará tu nombre, cada madre te alumbrará el futuro, cada mujer y cada hombre te abrirá puertas y ventanas para que nos acompañes en el café de la mañana donde tu voz nos lloverá las bendiciones del futuro que viene y viene sin pausa.

Compañero Presidente, Comandante de la alegría, tu risa será nuestra risa, tu caricia la nuestra, porque nos muestras dónde forjar la historia que por fin nos pertenece. Te escribiremos en las hojas de los árboles que plantamos para crecernos y en las olas de la mar de nuestras costas donde navegan libres los ecos de quienes antes surcaron el silencio para abrirse contigo canto y grito.

Estás vivo para siempre en nuestras voces, naciendo una y otra vez. Comandante sólo se bienvienen a los hombres necesarios, a los imprescindibles como tú, a los que viven viviendo porque la muerte no los alcanza. ¿Quién pudiera detenerte si te llevamos corazón adentro? El cielo se descubrió de nubes y tormentas, y se abrió para abrigarte con el sol a medio cielo...

Aquí estás en este llanto que es de tristeza, pero también de alegría, porque vibras en el aire que respiran nuestros niños con escuelas, bailas en el viento que hincha las banderas que te llevan para siempre entre colores y estrellas. Tienes Comandante la talla infinita de nuestros sueños... Ya no hay por ahora, porque este es tu tiempo y el tiempo del Pueblo, esta voz tuya y nuestra, estos tus ojos y tus manos y tus pasos, y tu vida en la nuestra.
Bienvenido Presidente, bienvenido siempre al futuro que te ha nacido en tu Pueblo.

¡Hasta la victoria siempre Comandante!

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Es muy hermoso lo que escribiste, tu sensibilidad es enorme, tu amor a Chavez y a la Revolucion perdurara por siempre porque el amor y la esperanza nunca muere.
Daniela Saidman ha dicho que…
Hola Fredy gracias por asomarte a esta orilla, gracias por tu comentario y sobre todo por la lectura amorosa. Que sea siempre la ternura y la esperanza de un futuro luminoso el que nos encuentre. Saludos.

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