Carta al Comandante de la esperanza
Querido Presidente
Te has vuelto Quijote de este y todos los pueblos de Nuestra
América. Te has convertido en lluvia fresca nacedora de la tierra fértil. Y
golpe de tambor y verso ardiente y amanecer y árbol y caricia. Eres en cada una
de las sonrisas de nuestros niños con escuela y estás en los ojos de cada mujer
y hombre que aprendió a leer, en cada familia que tiene casa, en cada
trabajador, en cada hijo que ahora sí tiene porvenir.
Te has vuelto río y brisa, palabra y sueño, porque nos
hiciste nacer una y otra vez, porque nos regalaste la posibilidad de
encontrarnos para andar juntos hacia el mañana. Te has vuelto pueblo porque nos
hiciste memoria viva, porque finalmente aprendimos a mirarnos, descubrirnos
nuevos pese a las heridas, al silencio de décadas y a la sangre de centurias.
Te has vuelto utopía necesaria y fuego. Incendiaste el pasado
para renacernos de las cenizas y hacernos volar irreductiblemente jóvenes y
nuevos.
Te has vuelto Comandante de la Esperanza y eres voz de todas
nuestras voces, eres cada gesto que nos pronuncia, porque eres uno de los
nuestros, uno de nosotros. Y qué hermoso saberte cada día repartido en millones
de ojos, manos, bocas… saberte en el aire, el sol, la arena, el mar, la selva y
el horizonte de nuestra tierra.
Eres y serás siempre la historia que nos convoca a ser más y
mejores seres humanos. Eres y serás siempre la alegría del futuro que se hace
canto, verso, caricia y sueño.
Comandante de la esperanza, esta Venezuela que tiene en sus
estrellas las voces de nuestro Pueblo te pide hoy que vuelvas pronto, que
vuelvas siempre. Y te esperamos como esperamos que amanezca con el café dulcito
y los rayos entibiando las ganas de un día nuevo.
No tengo, Comandante, más que darte que estas palabras y por
eso te escribo. Si somos un mar de decires y cantos, te doy entonces cada
vuelo. Tengo la certeza de que cada uno a su manera, ha pedido tu regreso… y
cuando vuelvas nos encontrarás más juntos, convencidos de que el futuro nos
pertenece porque nos hemos ganado el derecho a hacer realidad los sueños. Y
también nos encontrarás más fuertes y más sabios, porque nos hemos por fin
animado a no dejarnos arrebatar la esperanza. Si hace falta cada día será un 13
de abril de victoria popular, un 04 de febrero rebelde y un 07 de octubre que
te lleva prendido en sus alforjas. Cada día Comandante será un día de lucha, de
amor derramado en cada hora que contamos para seguir haciendo nacer la Patria,
esa que nos enseñaste a ser más libre y ser más justa y en definitiva, a ser
más nuestra. Esta Patria Comandante que te reclama ahora y siempre en la
victoria.
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