Matisse y las musas
** El lunes 07 de julio de 2014 fue
repatriada la Odalisca con pantalón rojo, obra del artista francés
que pertenece a la colección del Museo de Arte Contemporáneo de
Caracas.
A lo mejor está esperando o tal vez
solo mira a alguien que se va. Lo cierto es que ella está ahí,
sentada, sola. A su lado un ramo de flores y apenas un poco más allá
un baúl guarda quizá viejas cartas de amor. Apenas la cubre un
pantalón rojo. Ella es una de las odaliscas del artista francés
Henri Matisse.
La Odalisca con pantalón rojo data de
1925. Y en 1981 el cuadro fue incorporado a las piezas del Museo de
Arte Contemporáneo de Caracas. El pasado lunes 07 de julio, después
de doce años de ausencia, el cuadro que había sido sustraído del
museo, retornó a Venezuela gracias al esfuerzo conjunto entre la
Cancillería, el Ministerio del Poder Popular para la Cultura y la
Fiscalía General de la República, ratificando así la importancia
que tienen los bienes patrimoniales para el Gobierno Bolivariano.
Según declaraciones del titular de Cultura, Fidel Barbarito, la obra
será expuesta nuevamente para el disfrute del pueblo venezolano, a
quien a fin de cuentas le pertenece esta obra.
De la forma al color
Henri Matisse quien junto a Pablo
Picasso está considerado como de los más grandes artistas
representantes del siglo XX, nació en un pueblo al norte de Francia
el 31 de diciembre de 1869 y falleció el 3 de noviembre de 1954.
Todo en su obra es color, fluir de
pinceles que alumbran estrellas, barcos, rostros, música y
movimiento.
El arte le vino del azar, cuando
convaleciente de una enfermedad su madre le llevó colores y
pinceles. Su camino se abrió ante la magia que nace de los lienzos y
que siguen allí en la memoria de quien los disfruta para recordar el
instante en que el color le dio sentido a una mirada.
Entonces, lo dejó todo y partió a
París a aprender la técnica. En 1892 ingresó en la Escuela de
Bellas Artes. En sus primeros años practicó el dibujo del natural,
poco después la luz se instaló en su trabajo cuando pintó paisajes
de Córcega y de la Costa Azul. Con el comienzo del siglo su obra
adquirió paletas y trazos que rompieron con los patrones estéticos
de ese tiempo, nació así el fauvismo. Nombre que le pusieron a un
grupo de artistas que presentaron sus obras en el Salón de Otoño de
París de 1905, entre los que se encontraban Matisse y Derain, otro
artista francés. Aunque al principio el término resultó peyorativo
(salvaje en español), los integrantes de esta vanguardia se animaron
a buscar a través del color una nueva forma de expresarse.
No hay duda de que Matisse lo
consiguió. Él sostenía que el color debía aportar la sensación
de armonía y belleza a quien mirara la obra, el color más que la
forma era el instrumento para interpretar la vida.
África y las musas
Durante la primera década del siglo
XX, Matisse visitó Argelia y Marruecos y, como tantos otros
pintores, el color y la luz del norte África se instalaron en su
mirada y en el tacto con el que tomó los pinceles. Arabescos y
odaliscas aparecieron en su obra como constatación de sus viajes.
A partir de los años veinte, Matisse
recuperó la sensación de volumen y de espacio que había dejado a
un lado en el período anterior, pero desde una perspectiva nueva, en
una reinterpretación personal del mundo. Las odaliscas y sus
interiores con ventana abierta son las obras más características de
esta época, en la que precisamente se inscribe la Odalisca con
pantalón rojo.
El color empieza a diluirse al entrar
la tercera década del siglo XX, y la forma se sintetiza en leves
curvas y contracurvas.
Lamentablemente sus últimos años
estuvieron signados por una salud frágil. El estallido de la Segunda
Guerra Mundial y la ocupación alemana, llevó a la cárcel durante
unos meses a su mujer y a su hija, más dolor en su vida de esos
tiempos.
Tal vez por estar en cama incorporó a
su obra una nueva técnica, los papeles pintados con la técnica
gouache, una especie de acuarela opaca que posteriormente recortaba y
pegaba sobre el soporte fuera lienzo, papel o tapiz, alcanzando así
una pintura plana y sintética. En los años siguientes los detalles
fueron diluyéndose para volverse cada vez más abstractos.
Matisse supo jugar con el color y la
forma, supo regalarnos también las musas, algunas como la Odalisca
con pantalón rojo, esperan el amor en los ojos de quienes ahora
podrán disfrutarla nuevamente cuando visiten al Museo de Arte
Contemporáneo de Caracas, uno de los tantos museos del país que
ahora tienen abiertas las puertas al Pueblo.
Vuelta a la Patria
“Esto es un logro más de la
Revolución Bolivariana, de un gobierno sensible a las artes, la
cultura que ha abierto las puertas de los museos para el pueblo. Hace
15 años estas obras estaban dedicadas solamente para una élite de
nuestra sociedad”, expresó el ministro Fidel Barbarito al recibir
la Odalisca con pantalón rojo.
Recordó también que la recuperación
de la obra es parte de una larga y continua labor del Presidente de
la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, durante su
gestión como canciller del país. “Fue durante su gestión como
canciller cuando se realizaron todas las diligencias para iniciar los
trámites de repatriación de la obra”.
El titular de Cultura informó que la
“Odalisca con Pantalón Rojo” es la única de la serie Odalisca
del pintor francés Matisse que tiene un museo latinoamericano. Por
lo tanto, anunció que la obra volverá a ser parte de una colección
exclusiva del Museo de Arte Contemporáneo, la cual será
permanentemente expuesta para el disfrute de todos los venezolanos.
(Con información de prensa)
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